En distintos paneles de discusión, celebrados antes de la COP29, quedó evidenciada la importancia de la bioeconomía como estrategia para fortalecer los sistemas agroalimentarios, revertir la pérdida de biodiversidad, enfrentar los desafíos de salud y utilizar la innovación como motor de nuevas oportunidades económicas, especialmente en la creación de empleos para los jóvenes.
Nairobi, 7 de noviembre de 2024 (IICA) – Es urgente acelerar el desarrollo de la bioeconomía como estrategia para solventar las necesidades económicas, sociales y ambientales de la humanidad, a la vez se promueven los ecosistemas naturales y la biodiversidad. Así lo aseguraron expertos, formuladores de políticas, científicos, empresarios y otros actores clave que participaron en el máximo encuentro mundial de la bioeconomía, que contó con una participación protagónica del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El Global Bioeconomy Summit es un foro internacional que se realiza bienalmente con el objetivo de favorecer el intercambio de conocimientos, experiencias y promover mejores prácticas en torno al desarrollo de una bioeconomía sostenible a nivel global. Este año se realizó por primera vez fuera de Europa, en Nairobi, la capital de Kenia, con el lema “Un Planeta – Soluciones Sostenibles de Bioeconomía para los Desafíos Globales”.
En distintos paneles de discusión, celebrados antes de la COP29, quedó evidenciada la importancia de la bioeconomía como estrategia para fortalecer los sistemas agroalimentarios, revertir la pérdida de biodiversidad, enfrentar los desafíos de salud y utilizar la innovación como motor de nuevas oportunidades económicas, especialmente en la creación de empleos para los jóvenes.
El encuentro, que convocó a más de 500 personas en Nairobi y tuvo la participación de otras 3000 en forma virtual, fue organizado por el Consejo Asesor Internacional en Bioeconomía (IACGB), el organismo de mayor influencia en el diseño de las estrategias y políticas que los países vienen realizando en la materia.
En representación de la Red Latinoamericana de Bioeconomía, que nuclea a más de 60 instituciones de diez países, el IICA dio apoyo para la organización del evento y fue coorganizador de una sesión plenaria principal y de tres workshops. La Red Latinoamericana es un espacio de discusión, intercambio y construcción entre los principales referentes de la bioeconomía regional, en la que el IICA ejerce la secretaría ejecutiva y técnica.
Durante el evento se destacó la bioeconomía sostenible como clave para la descarbonización y la transición hacia economías verdes, rurales y urbanas, menos dependientes de los combustibles fósiles. Además, y con la premisa de que es indispensable sumar esfuerzos y generar sinergias, se decidió la creación de una alianza global de los principales actores de la bioeconomía mundial, entre los que está el IICA.
Hacer realidad el potencial
“Debemos actuar con un sentido renovado de urgencia, reconociendo que la bioeconomía puede ser la solución al enorme dilema global que enfrentamos. Aunque la bioeconomía tiene un inmenso potencial, como decía el Premio Nobel de la Paz Norman Borlaug, creador de la Revolución Verde, no se puede comer potenciales. Para transformar ese potencial en realidad, necesitamos ciencia e innovación, con una plataforma consultiva que conecte la bioeconomía con acciones concretas”, dijo el prestigioso científico alemán Joachim von Braun, Embajador de Buena Voluntad del IICA por su trabajo global en favor de sistemas agroalimentarios más sostenibles e inclusivos y en la construcción de puentes entre América Latina y el resto del mundo.
El Summit también tuvo una destacada participación de jóvenes, quienes reclamaron mayor voluntad política y trabajo colaborativo para acelerar el desarrollo de la bioeconomía.
La ecuatoriana Ana Del Hierro Calvachi, reconocida como IACGB Youth Champion, advirtió: “Nosotros, como jóvenes, entendemos los desafíos que se avecinan y sentimos la presión porque a menudo escuchamos que la juventud es el futuro. Pero también somos el presente. Necesitamos mejor acceso a la educación, la capacitación y las oportunidades para aplicar las innovaciones y las ideas científicas que estamos desarrollando. Falta una conexión real entre la industria y la academia y necesitamos apoyo gubernamental e infraestructura para convertir nuestras soluciones basadas en la ciencia en realidades con impacto”.
Durante las sesiones se dieron detalles de los avances que han realizado países y organizaciones de distintos continentes en el desarrollo de la bioeconomía como camino de desarrollo sostenible.
Hugo Chavarría, Gerente de Innovación y Bioeconomía del IICA y Secretario Ejecutivo de la Red Latinoamericana de Bioeconomía señaló que sin duda se han dado importantes pasos adelante en los últimos años: “Queda evidenciado que existen interesantísimos desarrollos en ciencia, tecnología, innovación, conocimiento, financiamiento y negocios de la bioeconomía. Esto es muy motivador. Conocer e intercambiar experiencias sobre todos estos esfuerzos y resultados aumenta nuestra fe en la bioeconomía como paradigma para el desarrollo sostenible”.
La falta de capacitación adecuada para los agricultores, la dificultad de aplicar el conocimiento disponible y la necesidad de desarrollar tecnologías adaptadas a las realidades locales fueron algunas de las barreras que fueron identificadas en las sesiones de trabajo. En ese sentido, se resaltó la importancia de la cooperación entre el Sur y el Norte global, con propuestas como la creación de fondos internacionales que apoyen a las pequeñas y medianas empresas y la apertura de mercados mediante colaboración triangular.
También se exploró el potencial de la bioeconomía para aumentar la eficiencia y sostenibilidad en la producción y utilización de biomasa, particularmente en regiones tropicales de África, América Latina y partes de Asia. Se destacó cómo la bioeconomía puede transformar los residuos de cultivos tropicales, que a menudo representan entre el 50% y 60% de la biomasa, en bioproductos valiosos, promoviendo la circularidad y generando nuevas oportunidades en las zonas rurales. Aunque existen casos aislados de empresas que transforman biomasa en energía, bioinsumos, textiles y biocosméticos, la baja utilización de la biomasa y la agregación de valor siguen siendo problemas comunes, según surgió en una sesión en la que participó Juan Fernando Martínez, especialista en Ciencia, Tecnología e Innovación del programa de Innovación y Bioeconomía, quien fue reconocido como uno de los Bioeconomy Youth Champios del IACGB.
También se hizo un análisis detallado sobre el estado de la bioeconomía en distintas regiones.
Chavarría explicó que la bioeconomía es un proceso en construcción en América Latina y el Caribe.
“Costa Rica, Colombia, Uruguay, Ecuador y Brasil, precisó, tienen estrategias nacionales dedicadas a la bioeconomía y están trabajando en su implementación. También hay otros países, como México, Argentina o Brasil que han construido estrategias para sus sectores con más potencial (agro, ciencia y tecnología). Y además, al menos 18 países tienen reglamentaciones y reglamentaciones para los senderos de la bioeconomía como biotecnología, bioinsumos, biocombustibles y biodiversidad”
“Hemos hecho esfuerzos importantes pero lo que hemos avanzado hasta ahora es insuficiente. Por eso el IICA y la Red Latinoamericana de Bioeconomía buscan apretar el acelerador e impulsar la acción colectiva”, concluyó.
El IACGB, red global de la que el IICA forma parte, elaboró un comunicado con recomendaciones sobre cómo seguir instando y promoviendo a la bioeconomía como modelo de desarrollo, con aspectos referentes a estrategias, políticas, ciencia y tecnología e inversiones.
El texto, que refleja la visión del IICA sobre el tema, puede consultarse en https://gbs2024.org/news/iacgb-communique/
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